Un pequeño pero intenso recorrido por el arte de los últimos cinco siglos. Esto es lo que propone Selecta. De El Greco a Picasso, una exposición que incluye 62 obras maestras de la Colección Santander, que abarcan desde el Renacimiento hasta nuestros días. El Greco, Cranach, Van Dyck, Zurbarán, pasando por Rusiñol, Sorolla, Picasso, Tàpies, Chillida, Chirino, Millares, Viola o Saura, son algunos de los autores representados en la muestra
El paraninfo de la Universidad de Zaragoza acoge, hasta el próximo 10 de marzo, la exposición Selecta. Del Greco a Picasso. Se trata de una muestra excepcional, porque es la primera vez que se ve en España, y las obras de muchos de los autores nunca han sido expuestas en Zaragoza. El itinerario comienza con piezas maestras del siglo XVI al XVIII, como La predicación de san Juan Bautista, de Cranach.
Aquí está también presente un Cristo agonizante, de El Greco; el Ecce homo, de Luis de Morales; un Zurbarán con la obra La Virgen niña dormida, o la recién restaurada La educación de la Virgen, de Alonso Cano, muestra del barroco sevillano. Aquí destacan también el bodegón de Juan de Arellano, o los retratos de Van Dyck y otras obras de Rubens, Tintoreto, Palomino, Iriarte, con su Don Quijote en su batalla con los pellejos de vino, o Ricci con su Mensajero. La sección termina con un magnífico tapiz: El viaje del Príncipe, de la Manufactura Real de Beauvais.
El Retrato de caballero, de Esquivel, y dos interiores de la catedral de Sevilla, de Pérez Villalmil, inauguran la sección Tránsito a la primera mitad del siglo XX, que continúa con Las hijas del Cid, de Pinazo, maestro de Sorolla; y obras de Ramón Casas, de Nonell, los paisajes de Joaquim Mir, el atardecer de Rusiñol y dos obras de Darío Regoyos: Sierra Nevada y Altos hornos de Bilbao. Para terminar esta parte, se ha elegido un Picasso, en el que aparece él mismo en la obra Busto de caballero III, con tintes velazquianos. Junto a él, el expresionismo de Gutiérrez Solana, las morenas de Romero de Torres, o las manolas de Vázquez Díaz.
En la planta sótano se sitúan las obras más recientes, que corresponden a la segunda mitad del siglo XX. El inicio presenta Homúnculo, una composición de texturas armónicas de Manolo Millares, el mejor Viola y Guerrero, y dos obras de Palazuelo -que hizo su primera exposición en Zaragoza con el grupo Pórtico-; también Tàpies y dos de sus obras de madurez: Pintura, tierra, collage y cordel y Ventana al vacío, donde juega con la textura y el color de la arena, así como obras de Antoni Clavé, Ribera o Feito, que muestra en su obra la densidad y el uso de materiales diversos. También una obra de Saura, La dama en la habitación (Interior), ejemplo característico del trabajo de sus cuerpos de mujer.
Las esculturas cierran la muestra, con obras de Alberto Sánchez, Pablo Serrano, los juegos con el aire de Chillida y otro de los maestros escultores contemporáneos: Martín Chirino.
V. Gutiérrez
ALFA Y OMEGA