Una vez más, cientos de miles de españoles se manifiestan en toda España a favor de la vida y piden la derogación de la nueva ley del aborto libre.

A pesar de las inclemencias del tiempo, cientos de miles de personas salieron a las calles en más de
La cabecera de la Marcha España, Vida Sí a su llegada a la Puerta del Sol
100 ciudades españolas para manifestar al Gobierno su protesta por la aprobación del aborto libre, contrario al sentir mayoritario del pueblo español.


En la capital de España, probablemente la ciudad donde mayor número de ciudadanos se unió a la Marcha por la Vida “España, Vida Sí”, la amenaza de lluvia no deslució la fiesta a favor de la vida. En un tono alegre, pero al mismo tiempo reivindicativo, miles de familias quisieron hacerse presentes, desafiando el frío, para mostrar su profunda disconformidad por la aprobación de la nueva ley del aborto.

Muchas mujeres y colectivos se han sentido discriminados por el Ministerio de Igualdad

Entra las muchas razones para asistir a esta Marcha por la Vida está el de muchas familias, mujeres, asociaciones, expertos en bioética
Cabecera de la Marcha por la Vida por la calle de Alcalá
e, incluso, organismos del poder judicial, que se han sentido totalmente discriminados por la forma con que han sido tratados por parte del Ministerio de Igualdad, ya que su voz no ha sido tenida absolutamente en cuenta en las consideraciones finales de las famosas comisiones que se formaron, que lejos de buscar realmente un consenso no dejaban de ser una escandalosa tapadera para guardar las apariencias de que todos eran oídos, pero, realmente, sólo eran atendidos los grupos más próximos al feminismo más rancio y radical y los interesados en el oscuro negocio del aborto.

Ese sentimiento de impotencia y de discriminación se podía sentir en muchos de los asistentes a la Marcha por la Vida con los que pudimos hablar y, quizá por ello, lejos de dejarse desanimar por la recién aprobación de la inicua ley abortista, han vuelto a salir a la calle para dejar bien claro al Gobierno español la tremenda fractura que hay entre la política oficial y la ciudadanía.

Cientos de miles de españoles no se sienten representados en el Parlamento español

A lo largo de todo el recorrido de la Marcha “España, Vida Sí”, que transcurrió por la calle Alcalá, partiendo desde la Plaza de Cibeles hasta la Puerta del Sol, se podían oír las voces de miles de defensores de la vida, que no se sintieron representados ni en el Congreso ni en el Senado por algunos partidos que, lejos de defender su ideario, vendieron su voto, o su silencio, a favor del aborto libre a cambio de algo que en ningún momento su electorado les autorizó.

El contraste entre la mañana grisácea de este domingo 7 de marzo y la alegría de las caras de los participantes en la Marcha por la Vida es un claro presagio de que la cultura por la vida, tarde o temprana, se va a imponer en la sociedad española. Y es más, podemos decir que en muchos ambientes de nuestra sociedad ya se está imponiendo.

Gádor Joya, portavoz de Derecho a la Vida
Muchas caras conocidas pudimos ver entre los asistentes, representativas de los sectores más diversos de nuestra sociedad, pero hubo una que cabe una mención muy especial por su testimonio de compromiso con la vida, por encima de su militancia política: la de Joaquín Montero, ex teniente alcalde socialista de Paradas (Sevilla) que se dio de baja del PSOE, al día siguiente de ser aprobada la nueva ley del aborto, en un acto de coherencia con sus creencias.

Ejemplos como éste, muestran claramente cómo el propio Gobierno no ha conseguido el consenso ni siquiera dentro de sus filas, por mucho que la senadora socialista, Leire Pajín, se esforzara en el Senado de vendernos la ley “como la mejor posible” y “fruto de un consenso de la mayoría de las fuerzas parlamentarias”.

La realidad en la calle, sin embargo, es muy distinta. En menos de un año, tres grandes manifestaciones a favor de la vida han salido a la calle y todas ellas, tanto en número como en representatividad, han estado muy por muy por encima de los colectivos abortistas que tan presente ha estado en todas la comisiones del Ministerio de Aído y cuyas propuestas han sido fielmente recogidas en el proyecto de ley que finalmente ha sido aprobado.

HazteOír.org y Derecho a Vivir (DAV) principales convocantes de la Marcha por la Vida


En esta ocasión, la Marcha por la Vida ha sido convocada por HazteOír.org y Derecho a la Vida (DAV), a la cual se han adherido 270
Ignacio Arsuaga, presidente de HazteOir, org.
entidades de España, Europa, Estados Unidos e Iberoamérica que trabajan por la familia y por la vida.

Ignacio Arsuaga, presidente de Hazte Oír.org, junto con Gádor Goya, portavoz de Derecho a la Vida, Enrique Jaureguizar, de Médicos por la Vida, Fernando Larrain, de S.O.S. Familia y otras muchas caras conocidas encabezaban la cabecera de la Marcha sujetando la pancarta bajo el lema de "España, Vida Sí - En democracia se escucha".

Hacía la 12:50 horas la cabecera se situaba en la Puerta del Sol y desde el estrado empezaron a intervenir los convocantes de la Marcha y diversos representantes de movimientos a favor de la vida, al tiempo que se pudo disfrutar de la actuación del grupo 7 Días y oír diversos testimonios.

Lectura del Manifiesto “España, Vida Sí”

El Manifiesto final fue leído por Sonsoles Calavera, de TV Intereconomía, cuya esencia podríamos resumirla en estos cuatro puntos:

1. Que se derogue la ley del aborto
2. Que nuestros políticos promuevan leyes que protejan el derecho a vivir y el derecho a ser madre.
3. Que se respete el derecho de los padres a formar a sus hijos.
4. Que se respete el derecho a la objeción de conciencia del personal sanitario.

Al final, como en todas estas manifestaciones, las personas se fueron dispersando tranquilamente en un ambiente familiar y con la esperanza puesta en que esta ley pueda ser derogada en el futuro, si no en esta legislatura, por lo menos en la próxima cuando quizá en el escenario político se encuentren otros actores. Todo dependerá de que la cultura por la vida llegue también a las prioridades de nuestros políticos.

www.flashesdelaiglesia.es

Cientos de miles de personas salieron a la calle, en Madrid y en otras ciudades españolas y de otros países, en defensa de una causa justa. Impulsado por un laicismo extremista y con el objetivo de hacer guiños electorales al voto radical, Rodríguez Zapatero ha puesto en marcha un programa que choca con creencias muy arraigadas en la gran mayoría social.

En este caso, plantea de forma injustificable el aborto como un derecho de la mujer y prefiere Almudi.org - Un clamor por la vidaignorar que el «nasciturus» es un verdadero ser humano desde el momento mismo de la concepción, cuya eliminación choca frontalmente con el derecho a la vida.

Ni siquiera la sentencia del Tribunal Constitucional sobre la reforma aprobada en 1985 ha frenado las aspiraciones de un presidente del Gobierno que hace pagar a los más débiles e indefensos sus dogmas ideológicos y sus intereses partidistas.

De ahí la legítima protesta que ayer inundó de color rojo los espacios públicos, con pancartas y globos y en un ambiente festivo que desmiente el tópico falsamente «progresista» que atribuye actitudes oscuras y reaccionarias a quienes defienden la vida contra la muerte.

Ha sido un gran éxito para las entidades organizadoras, que lograron reunir a una multitud de ciudadanos a pesar de las previsiones meteorológicas. Las imágenes de Bibiana Aído y otros dirigentes del PSOE celebrando como un triunfo para la igualdad de las mujeres una norma que antepone la muerte a la vida son el mejor ejemplo de los efectos del dogmatismo en el terreno moral y jurídico.

La lucha por la vida es una causa positiva en favor de las madres y de los hijos, avalada por la ciencia, la ética y el propio Derecho Constitucional. Habrá que esperar a que se pronuncie en su día el TC, aunque nadie podrá devolver la vida a quienes sean víctimas de la aplicación inmediata de una norma que el Gobierno impulsa por razones oportunistas.

La nueva ley ignora también el derecho a la objeción de conciencia de los médicos y el personal sanitario, incurriendo así en una grave infracción de las libertades individuales. Desconoce igualmente el derecho de los padres a elegir la educación sexual que debe impartirse a sus hijos en favor de una visión laicista impuesta con carácter obligatorio y contraria a las reglas básicas del Estado democrático.

Por todas estas razones, los ciudadanos que ayer expresaron su protesta en un ambiente de fiesta por la vida han cumplido meritoriamente con un deber cívico al dar voz a un clamor social que debería ser escuchado.

ABC